Visitando el palacio… O al menos intentándolo [Captura/Entrenamiento]

-Usa Cabezazo Zen -ordenó para ver como el oponente lo esquivaba por los pelos y Noctowl terminaba estrellándose contra una roca. Eevee aprovechó para contraatacar con Mordisco. El daño habría sido mayor si el ave no se hubiese avispado y hubiera comenzado a volar.

-Bien, ¡probemos con Ataque aéreo! -era difícil dar órdenes cuando su pokémon volaba tan alto. Nunca sabía si lograba escucharlo o no.

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Se lanzó en picada, planeando hacia su enemigo. Eevee sabía lo que se le venía encima. Noctowl pasó una vez, golpeándolo, y al intentar una segunda vez el oponente saltó encima de su espalda y lo atacó con Golpe Cuerpo. El ave terminó arrastrándose en el suelo un par de metros. La escena no se veía muy prometedora. Pensándolo bien, Eevee se parecía mucho a Espurr. No estaría mal tenerlo en el equipo.
Sacó una pokebola del bolsillo exterior en su mochila, la agrandó en su mano y la lanzó a su objetivo.

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Como había ocurrido anteriormente, el pokémon claramente no se esperaba ser atrapado. La luz roja lo envolvió repentinamente y lo arrastró a la bola metálica. Tintinó una vez, tintinó dos veces y la criatura se liberó, dejado la pokebola abierta tras de sí. La tensión del momento se rompió. Esta vez no habían cantado victoria adelantada, sabían que las capturas en medio de la batalla casi nunca resultaban. Ahora Eevee estaba furioso y listo para atacar.

Lo que ocurrió luego fue una seguidilla de Ataques rápidos por parte del oponente y ningún ataque por parte de Noctowl. No podía ver ningún espacio vacío por el cual atacar. Algunas veces se veía en problemas y recibía daño, pero eran las mínimas. La cosa seguía viéndose fea. Eevee no iba a dejarse vencer tan fácilmente. Victor tomó otra pokebola, se le pasó por la cabeza que debía contarlas luego de esto, y la lanzó, esperanzado con que esta vez lo lograría y no vería al pokémon aún más enfadado.

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-Sí, tenemos un nuevo compañero en el equipo -le dijo a Noctowl, que se veía algo agotado y feliz al mismo tiempo. Ahora que lo pensaba, su equipo estaba bastante desequilibrado. En la próxima visita al centro pokémon dejaría algunos en la caja, con el dolor de su alma. Si pudiese, llevaría a todos a todas partes. Oddish y Bonsly quizás terminarían con ese destino aunque aún no lo tenía claro.

Le dio a Hut un par de bayas, que comió animado. Desde que había evolucionado las cosas estaban muy bien. Lo único que necesitaba era una cirugía plástica, al parecer. Siguieron caminando por el lugar, Victor se había desmotivado un poco en la búsqueda de Espurr y revaluaba si irse o no del lugar. Iba distraído cuando pisó sin querer la cola de algo.

Miró al suelo rápidamente al sentir algo distinto a tierra. Era una cola café, igual al pokémon anterior. -L… Lo siento mucho, ¡de verdad! -se disculpó como si el animal pudiera entenderle. Este se levantó, bufando por haberle despertado de su siesta de esa manera. Se sorprendió al ver que era un Eevee- P… Pero esto no es posible, no son comunes. Al menos eso decía la guía que había comprado -no podía moverse del asombro y Noctowl tuvo que intervenir para que su entrenador no saliera herido.

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Noctowl había intentado asustarlo abriendo sus alas para verse más grande, sin embargo no tuvo el mismo efecto que en el anterior y el pokémon atacó, siendo directo y dañándolo bastante. El ave no pudo reaccionar a tiempo y salió despedido al otro lado del campo. Victor corrió a su encuentro. -¿Te encuentras bien, amigo? -Hut asintió y se puso de pie, listo para el combate. Parecía enfadado, quizás tenía una rivalidad nata con los Eevees. Se preocupó por tener uno en su equipo, sin embargo no creía que eso fuera a ser un problema.

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-¡Hut, usa Cabezazo Zen! -ordenó. Noctowl voló un rato, buscando un punto ciego del pokémon para atacar sin que pudiese defenderse mucho. Fue sólo un instante que bajó su guardia y asestó el golpe justo cuando estaba a punto de notar su presencia. Eevee recibió mucho daño, en el aire logró atacar con Arañazo, pero no fue demasiado efectivo. Ambos pokémon se separaron, mirándose a la distancia. La pelea estaba muy pareja. Tenía que reconocer que, por lo menos los Eevees, eran bastante fuertes como para estar en un ambiente tan tranquilo. Seguramente todo el mundo venía en búsqueda de ellos y debían saber como defenderse.

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-¡Hut, usa vuelo! -el pokémon se elevó y dio un par de vueltas en el aire, al puro estilo de ave rapaz y peligrosa. Eevee parecía mirarlo desde abajo, sin quedarse quieto para no tener la guardia muy baja. Noctowl cayó en picada, rozó a penas el suelo a gran velocidad. Alcanzó a dañarle una de sus patas, el enemigo había saltado en el momento justo. En el aire atacó con Mordisco y Noctowl, sin poder el ave sacarse a su enemigo de la espalda. Finalmente ambos cayeron al suelo y terminaron a un metro de distancia. La pelea nuevamente estaba pareja y se preguntó fugazmente si este pokémon no le serviría para ganar algo de dinero o por lo menos para ser intercambiado. No eran comunes, de eso estaba seguro. Tomó una pokebola y la lanzó velozmente.

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La pokebola tintinó de nuevo, pero ya sabía el resultado. Era obvio. Ni si quiera sabía para que lo había intentado. Noctowl lo miraba con cara de reproche, parecía tenerla puesta a menudo ahora que Victor había tomado más confianza con el mundo y hacía las cosas sin pensar mucho en ello. -Que, no me mires así, entré en pánico -se excusó- Tú ponte en guardia que querrá salir y atacarte… Lo siento, puedes golpearme luego. -tal como había dicho, el Eevee salió hecho una furia.

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Noctowl seguía girado en su dirección, con la cara de una madre decepcionada todavía puesta. -Eh… Noctowl, ya sé que estás enojado, pero voltea o te atacará -y justo en ese momento, Ataque rápido llegó a golpear su espalda. Quería decirle "te lo dije" aunque eso podría empeorar las cosas. El ave intentaba esquivar todos los ataques, sin embargo se estaba quedando sin energía. Tomó otra pokebola en su mano, pensando en qué hacer. Prefería que Noctowl lo odiara por interferir en sus enfrentamientos que por ser derrotado en batalla. Sin otra opción, lanzó la bola intentando atraparlo de nuevo.

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-¿Qué? No me mires así, búho -la pokebola había cerrado completamente. La batalla había terminado. Ahora se daba cuenta de que tenía 7 pokémon y se hacía demasiada responsabilidad. De verdad tendría que visitar la caja cuando volviera al centro pokémon- Que dejes de mirarme así o te irás a la caja en vez de Bonsly -la amenaza hizo que el pájaro reaccionara con picotearle la cara furiosamente. Yey, su amistad estaba forjándose. Cuando estuvo en el suelo, con dolor pero riéndose de la situación, Noctowl tomó bayas de su mochila y las comió solo.

-Vale, vale, lo siento. Sabes que nunca podría hacerte eso -le acarició la cabeza y luego hizo que volviera a su pokebola. Ya era hora de encontrar la salida, sin embargo no podía ver el camino debido a los pastos silvestres.

Un sonido de llaves hizo que los pelos se le pusieran de punta. No era un sonido agradable y menos en medio de la nada. No se escuchaban pisadas con ellos y eso hacía toda la situación peor. Corrió lejos sintiendo que lo seguía… Y él muy inteligentemente seguía sin saber que estaba dando círculos y no estaba cerca de la salida. Al darse vuelta pudo ver al pokémon con el rabillo del ojo, de verdad daba miedo. Nunca había corrido tanto en su vida (era lo que decía siempre que se movía a velocidad normal) y al poco tiempo terminó cansado. Esperaba haberlo perdido.