Persiguiendo al Viento [Entrenamiento/Captura]

PV 30 VS PV KO

Eevee mordió al Lotad con violencia, quien no dejó de sacudirse hasta que hubo lanzado a Eevee lejos, con tan mala suerte de caer sobre la tienda de campaña, que se desmoronó entera. No fue para nada fortuito, y miré a Eevee algo triste, tras ver el desastre que había causado aquel golpe. Corrí a socorrerla, estaba enredada entre miles de cables y parecía bastante maltratada por el golpe.
-Lo siento Eevee, debí haber pensado mejor lo que hacía-Admití, algo preocupada. Apreté los labios y logré por fin desenredar a Eevee, quien se apartó bufando de la tienda. Yo no la juzgaba, pero sentí que un pedacito de mi se rompía al escucharla. No había sido mi culpa, pero creía que estaba pagándola conmigo. Cuando se fue a un árbol a la sombra, ni siquiera me vi con fuerzas para acercarme.
Logré recomponer la tienda a duras penas y dejé a mis pokémons descansar mientras lanzaba la caña con gesto ausente y miraba al lago distraída, intentando que el efecto ondeante del agua lograra aplacar la tristeza que corrompía mi corazón.
Una parte de mí sabía que Eevee y yo nos habíamos distanciado con aquella victoria, que ahora sabía a derrota.

Me sequé una lágrima traicionera cuando escuché pasos a mi espalda. Eevee había venido y, sin decir una palabra, se había apoyado en mi regazo. Comprendí que se había pasado su enfado inicial, tal vez fue solo mero bochorno, así que sonreí con cariño y acaricié su mejilla, dejando que poco a poco la respiración pausada de Eevee serenara mi interior.
La necesitaba demasiado como para aceptar que me odiara.
Mientras estábamos en ese estado de serenidad absoluta, vi que la caña comenzaba a ondearse. Estaba algo apartada del resto así que miré a Eevee y ella asintió. Estaba dispuesta a un segundo asalto.
-Está bien, pero ten cuidado. Cuando aparezca, usa rapidez- Eevee asintió y atacó al Azurril que salió del agua con un potente salto. Mientras lo hacía, no negaré que a mi cabeza viniera el recuerdo de un flashback, por lo que me giré para ver si Mareep estaba cerca, si las cosas llegaban a ponerse feas.

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El ataque rapidez hizo retroceder al Azurrill de nuevo al mar, y cuando éste volvió a emerger vi una ola dirigirse a Eevee. Ambas alerta la esquivamos, pero Eevee tropezó y rodó hasta el agua. Ahora, empapada, parecía desear más que nunca una victoria. Hasta me asustó un poco.
-Por favor Eevee, calma...- Comenté, ella me miró y noté que el fuego de su mirada se reducía un poco. Ahora, más serena, apreté los labios.-Saca a Azurril del agua, Mordisco valdrá- Sentencié. Eevee asintió e inclinó su cuerpo antes de saltar sobre el Azurril, que miraba alrededor preocupado.

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Me llevé las manos a la boca completamente fascinada por el potente ataque de Eevee, y contuve la palabra malsonante de sorpresa que había querido escapar de mis labios. Había sido tan maravilloso que me sentía honrada de que hubiera salido de Eevee. Claro que estaba orgullosa de mis pokémon, pero por un segundo había temido que Eevee hubiera sufrido una especie de pérdida de fe hacia mí.
Ese ataque me demostraba que no era así.
-¡Genial Eevee, usa ataque rápido y esperemos que éste sea el último golpe!- Comenté, emocionada. Ni siquiera podía sentir pena por el Azurril en aquel instante, la ilusión había consumido la lástima que solía guardar para mis contrincantes.

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PV 15 VS KO

Salté sobre Eevee, ilusionada, tras aquel fulminante Ataque rápido lanzado sobre el Azurril, quien volvía con el rabo entre las piernas a las profundidades marinas. Me asaltó una pizca de culpa al verlo, aunque digamos que estaba demasiado contenta por la victoria como para volver a preocuparme por mi enemigo.
-¡Genial Eevee, has estado magnífica´- Sonreí, acariciando con suavidad el cuerpo del animal. Estaba algo magullada, así que procuré no tocar sus heridas y la deposité con cuidado dentro de la tienda de campaña que tanto me había costado arreglar.
-Está bien, ahora preparé algo de comer para todos, y luego podremos seguir con el entrenamiento, ¿te hace?- Eevee asintió, aunque se quedó descansado dentro de la tienda de campaña. Llamé a brasa para que preparara una hoguera y con los pocos ingredientes que tenía logré hacer un estofado medianamente decente. Brasa estaba a mi lado.-Creo que deberíamos cambiar de sitio... mañana, me refiero. No creo que vayamos a encontrar a Latias aquí.
Brasa inclinó la cabeza, creo que en voz alta no había explicado el motivo de mi visita.
-¡Ah, sí, Latias ha sido avistado, y después del encuentro con el chico ese del Mew y Raikou, siento envidia. Yo también quiero tener un legendario...- Expliqué, bajando con vergüenza la mirada.- Será complicado, pero... es que sería una leyenda- Susurré.
Brasa comprendió y asintió para sus adentros, haciendo que el fuego se elevara un poco y cubriera la base de la cazuela.
-Está bien, hora de comer.- Repartí cuencos con el estofado y comimos todos juntos, tras un rato de descanso volví a lanzar la caña al agua, dando lentos mordiscos a una manzana.
Necesitaba cambiar mi dieta, pronto.

-¡Pescado! Ha pescado un pez pez!- ¿entendéis ahora eso de que necesitaba cambiar mi dieta? Me estaba ilusionando le hecho de haber pescado un pez, cuando quería entrenar, cuando acababa de comer, lo que me interesaba era un pez.
Corrí otra vez a la hoguera, donde las brasas apenas se mantenían calientes, e insté a Brasa a volverlas a calentar. Un precioso Salmón se merecía volver a comer.
Quería comer pescado. Además, el otro que había pescado lo acabó comiendo Pichu, o Mareep. O alguien que no era yo, básicamente.
Lo preparé a la plancha, porque no tenía para más, aderezado con unas de las hierbas que crecían en la linde del bosque y cuyo aroma reconocía de la cocina de mi casa pese a que no era capaz de nombrarlas. De nuevo comimos con tranquilidad y aproveché que volvía a hacer sol para darme un baño junto a Eevee y Snivy, los únicos que quisieron entrar en el agua. Miss flotaba a nuestro alrededor y de tanto en cuando creaba ondas en la superficie del agua para salpicarnos, lo que nos hacía reír.
Volví a salir, Brasa estaba algo apartado y me miraba con la vista entrecerrada.
-Unas gotas no van a matarte...- Susurré, divertida, y lancé un par de gotas en su dirección con la mano. Brasa reculó y lo escuché frustrarse.-Está bien, lo siento. Aunque ni siquiera han llegado a tocarte, se han evaporado antes
No logré calmarlo, pero al menos se quedó a mi lado, secándome mientras yo intentaba pescar.

Un chillido de emoción me pudo cuando vi que volvía a picar muy rápido, ahora, con el estómago lleno, la emoción podía conmigo y se reflejaba en la pesca. Me giré y llamé a Mareep nada más reconocer la figura del pequeño Mudkip en el agua.
-Usa Trueno en cuanto emerja- Comenté. Mareep asintió y sentí cómo las chispas comenzaban a fluir por su cuerpo. Se hizo de noche, al menos momentáneamente, cuando las nubes de tormenta cubrieron el cielo.
Iba a ser un combate peculiar, lo vaticinaba.

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Mudkip lanzó Pistola agua desde la superficie marina sin siquiera haber llegado a emerger del todo, lo que hizo saltar la alarma en Mareep, quien descargó el trueno. Como aún no había salido del todo del agua, el pokémon agua no recibió todo el daño que debería, pero sí que fue suficiente como para que saliera de un salto del borde del lago y mirara amenazante a Mareep.
Sonreí, Mareep antes había demostrado mucha potencia y esperaba que la modorra no hiciera mella en él.
-Ataca con trueno de nuevo, y procura que no vuelva a protegerse en el agua- A pesar de ser buen conductor, la electricidad no tenía un camino fijo ahí, por lo que todo el potente ataque se dispersaba en toda la superficie y no alcanzaba bien a Mudkip.
Pero bueno, dejemos las clases de física para otro momento. El combate sólo estaba empezando.

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