In the break of Dawn [Entrenamiento/Captura]

Eevee se llevó un buen golpe, el animal era demasiado grande para ella y ni siquiera sabía por qué se había vuelto de golpe tan posesiva. Había cogido las cerezas y evidentemente podía compartirlas con el Miltank, simplemente que me había decepcionado el que ninguna de las dos nos hubiéramos dado cuenta.
Intenté sonar conciliadora, acercándome e interponiéndome entre Eevee y ella.
-Por favor, no quiero un combate, comportaos las dos y comamos juntas las cerezas que quedan...- Susurré. Estaba bastante asustada, la verdad.
Sin embargo el Miltank no reaccionó, usando desenrollar sobre Eevee. Retrocedí, asustada, mientras veía como la pequeña intentaba contener el golpe, antes de ser desplazada varios metros hacia la izquierda. Decidí no interponerme más, temiendo que el miltank me alcanzara a mí y acabase destrozada, y esperé a que Eevee se volviera a poner en pie.
-Eevee, ten muchísimo cuidado y usa rapidez-Susurré, acercándome a ella. Asintió con la cabeza y esperé, paciente.

Obediente, Eevee lanzó rapidez y saltó para evitar la embestida del Miltank, sin embargo, la criatura era demasiado grande y aunque el golpe evidentemente le había afectado, alzó la cabeza para embestir con un fuerte cabezazo a mi pokémon, dejándolo jadeante en el suelo.
Suspiré, el corazón me latía con fuerza en el pecho cuando ví que Eevee lograba levantarse aún así. Claro que había sido un golpe potente, pero parecía que el Miltank aún así estaba bien fuerte.
Y furioso.
- Eevee, no nos queda más remedio. Sé que no lo has utilizado mucho pero... ¡Usa excavar!
Al menos así, con un poco de suerte, el Miltank no lograría alcanzarlo.

Se notaba la falta de práctica del ataque. Eevee no llevaba ni medio metro de excavación cuando el Miltank atacó a la criatura, no fue un golpe muy fuerte, pero sí para que me quedara claro que no era un ataque muy eficaz.
Arrugué el ceño, comenzaba a quedarme sin muchos recursos.
- Está bien, sabemos perfectamente que si te vuelves lenta el Miltank te atacará fuerte. Probemos con un ataque rápido entonces, y si puedes, prueba con mordisco- Sabía que había muchos entrenadores que solapaban los ataques. Lo había visto más de una vez, pero no sabía cómo hacerlo. Sería mi primer intento. Esperemos que fuera bien.

Comenzamos genial. Aunque Eevee estaba débil, me di cuenta de que los ataques combinados eran, cuanto menos, eficaces. El Miltank no supo ver el ataque rápido y fue embestido por él y, aunque no hizo nada, el mordisco de Eevee pareció dejarlo más débil todavía, evidentemente.
No es que hubiera sido uno de sus golpes más potentes, tal vez no para ser un ataque doble, pero ver que había funcionado me ilusionó mucho, volviendo a señalar al Miltank.
- Está bien Eevee, seguro que puedes acabar esto. ¡Usa rapidez de nuevo!
Si lograba que fuera efectivo, tal vez sería el ataque definitivo.
Crucé los dedos tras mi espalda.

Aumento de amistad de Eevee (2 para evolucionar)

-¡Eevee, lo has logrado!
No supe si llorar, reír o saltar, así que creo que hice una combinación de las tres mientras me lanzaba sobre Eevee. Cogiéndola en brazos y saltando de nuevo.
Pero bueno, mejor explico el ataque, que al final ni lo expliqué. Eevee usó rapidez y retrocedió antes de que el miltank pudiera usar desenrollar. El ataque fue fuerte, tanto que hizo volcar al pokémon quien no pudo levantarse de nuevo.
Sonriendo, miré en la bolsa de cerezas. Todavía quedaban unas pocas cerezas que repartí en dos montones, dejando unos pocos al lado del Miltank.
Seguimos caminando, al cabo de un rato Eevee mostró signos de fatiga y decidí que era hora de otro merecido descanso tras un atracón de cerezas. Miré la pokéball con cariño. Tal vez habría sido solo un golpe de suerte, pero resultaba agradable ver que habíamos logrado nuestra primera victoria.

Estuve un rato paseando sola, juraría que acercándome al centro pokémon, cuando escuché un sonido en la distancia.
No supe ubicarlo en un principio, y fui dando vueltas a mi alrededor, intentando localizar el sonido del ataque.
Creo que pasaron perfectamente diez minutos antes de que localizara al Mareep, quien paseaba saltando alrededor de la pradera con ilusión.
-¡Anda! ¡Hola Mareep!- Saludé, ilusionada. El Mareep me sonrió, o eso creo que hizo, mientras saltaba hacia mí.
Saqué a Eevee de la pokéball, quien se sacudió, como despertándose.
- Buenos días, Eevee, te presento a Mareep- Esto de introducir a los pokémon para un combate, cuando parecían tan tranquilos como ese Mareep, se me hacía muy raro. Pero admito que me gustaba muchísimo Mareep, era adorable y parecía un buen pokémon.-Si no te importa, mareep, pienso combatir un poco contigo, y capturarte si se da el caso. Espero que no te moleste... Eevee, usa mordisco.
El pokémon asintió, lanzándose sobre el Mareep. Me pregunto si todo el mundo haría lo mismo, ser educada con ellos, y si eso me daría puntos o algo así. También quería entrenar a Eevee pero no por ello quería ofender al Mareep. Volví a sonreír, con el estómago en un puño.



PV 50 Vs. PV50

Si lo miramos bien, me gustaba comenzar los ataques con mordisco. Un ataque rápido no me ofrecería demasiada ventaja, ya que sentía que no ganaba nada si el pokémon ya sabía que iba a atacar. Me gustaba más el ataque mordisco, intimidaba y además Eevee podía, con suerte, esquivar un ataque del propio oponente.
Sin embargo, cuando te enfrenas a pokémons eléctricos, la cosa cambia.
Mareep utilizó impactrueno y la lana de su cuerpo se electrificó, haciendo que Eevee se soltara del mordisco, algo asustada y creo que intentando meter la lengua en su boca.
Se le había paralizado.
Se me escapó una risa floja, pero cuando volví a mirar a Eevee ella me fulminaba con la mirada y callé, carraspeando.
-Bueno, si lo prefieres, para que no te alcance la lengua, usa rapidez.- Reí, Eevee bufó y volvió al ataque, dispuesta a enfrentarse al Mareep.


PV 40 Vs. PV 30

PV 15 Vs. PV 20 {Capturado}

Los segundos en los que tuve que esperar a que el punto rojo de la esfera dejara de parpadear se me hicieron los más largos de mi vida. El corazón se me ralentizaba cada vez que el parpadeo rojo se detenía, y se aceleraba al ver que volvía a aparecer. Eevee se acercó cautelosa, olfateando.
Y, de golpe, el parpadeo se detuvo.
Esperé un segundo más, tal vez salía en el último momento...
Pero no lo hizo.
Casi temblando, me acerqué con cautela hacia la pokéball, y entonces la abrí. El Mareep salió, sonriente, y acerqué mi mano hacia él. Eevee lo olisqueó también, dándole un lametazo en la cabeza, cariñoso.
Al parecer ambos se llevaban bien. Sonreí, no me gustaría que hubiera malos rollos entre mis pokémon.
-Bueno chicos, vayamos al centro pokémon a descansar. Os merecéis un descanso.
Y yo otro, pensaba para mí. Aquella mañana había sido larga. Habíamos comenzado con mal pie y estaba casi convencida de que terminaría del mismo modo, pero el Miltank y el Mareep me habían hecho recobrar la fe en Eevee. A veces podía ser que las cosas no salieran como queríamos.
Pero, estando ambas juntas, acabaríamos lográndolo.