Gotta catch 'em all! (Captura y entrenamiento) (Priv. Green)

El golpe terminaba por ser directo, y todo gracias a la velocidad con la que el proyectil había sido lanzado, lamentablemente al hacer esto, la potencia reducía bastante, no causando un daño tan mayor como esperaba, pero algo era algo.  Solté una sonrisa, guardando silencio y mirando al Mr. Mime que lucía cansado ya, Munch estaba demostrando ser mucho para él, a pesar de tener diferencia de nivel evolutivo. -Esto está a punto de terminar, Munch...Solo resiste- Musite con calma mientras introducía mis manos dentro de mis bolsillos y suspiraba con calma, admirando la situación en la que me encontraba. Tan solo esperaba que Lyra estuviera aprendiendo un poco sobre confianza y liderazgo, cosas bastante esenciales para poder ser un gran entrenador. Entonces, de pronto, era devuelto a la realidad al notar como Munch retrocedía debido al impacto de un Psicorrayo, pero una vez más, el daño no resultaba ser tan alto, y podía mantenerme en calma. El Pokemon normal se paro derecho, soltando un grito bastante animado y golpeando su estómago un par de veces alegremente, retando al contrario, lo cual causaba en mi una pequeña sonrisa. Lleve mi mano a mi ojo derecho, mientras levantaba levemente mi cabello. -Lyra...Mi abuelo siempre me dijo.."Si no confías en los pokemon, tu destino no está en ser entrenador ni coordinador..."- Susurré hacia la chica de cabello corto y castaño, sin dejar de mirar al Mr. Mime.

Levante mi mano lentamente, señalando al enemigo. -¿Confías tu en los tuyos?- Mencione con calma y seriedad, preparandome para dar la siguiente orden, la que podría ser la última. -Munch...Ataquemos una vez más con tóxico...Mantén la misma velocidad que la anterior, pero intenta atacar con mayor potencia- Tenía que sentenciar el combate, alzarme con la victoria era vital para aumentar mi respeto desde los ojos de Lyra. El Pokemon normal asintió alegre, y lanzo el potente ataque sin dudar.

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La victoria era mía, Munch había sido capaz de golpear al enemigo con aquel ultimo proyectil de veneno, causando el retroceso de este último, y finalmente su debilitamiento. El Pokemon normal no contuvo su alegría, pegando leves brincos, y correr hacía mí. Cerré los ojos al verle, era muy infantil...pero se lo había ganado. Solté una sonrisa mientras sacaba un emparedado de mi mochila, y se lo otorgaba al vencedor. -Disfrútalo- El Pokemon soltó una alegre sonrisa y tomaba el sandwich para finalmente sentarse junto a la chica, devorando el emparedado con rapidez. Por mi parte, me mantuve observando al Hitmonchan, este parecía haber dudado un poco sobre si hacernos frente o no, después de todo, su compañero había sido derrotado con facilidad. Me di media vuelta y camina hacia Lyra colocando mi mano sobre su hombro con calma y seriedad. -Es tu turno, Lyra...Suerte- Le di un leve empujón intentando animarla, su momento había llegado, tan solo esperaba que el verme combatir fuera suficiente para aprender a hacerlo.

-Muy bien, Munch...Prepárate, veamos si la chica aprendió algo- Me cruce de brazos mientras observaba la delicada figura de la chica caminar hacia enfrente, rumbo a su "destino". Finalmente, cerré los ojos y entre dientes hable. -Tu puedes hacerlo, Lyra- Mencionaba en lo bajo, esperando que ella no me escuchará, ya que eso resultaría bastante vergonzoso de mi parte.

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Me acerque un instante a Munch, dando una leve caricia en la cabeza del Pokemon normal, mientras ambos observábamos con total calma como la chica comenzaba a disputar su combate. La chica mandaba a aquel Gastly que había capturado tiempo atrás, en nuestro último encuentro en la Torre Pokemon, y este haría frente a un gran Hitmonchan que lucía bastante temeroso después de ver como su compañero Mr. Mime caía ante mí.  Aquella había sido una muy sabía elección, ya que el tipo fantasma resultaba ciertamente inmune ante los movimientos de tipo lucha, algo totalmente contrario al Eevee, el cual resultaría totalmente perjudicado ante un combate como ese.  El combate no tardo en empezar, ambos Pokemon lanzaban ataques con gran potencia, pero muchas veces el Pokemon salvaje cometía unos errores garrafales al emplear movimientos lucha, por lo que Lyra conseguía causar bastante daño sin problema. Sonreí gustoso al ver como la chica poco a poco comenzaba a entender lo que era un combate, lo que era la confianza. Las cosas iban bien. Finalmente, tras un duro combate, Hitmonchan caía debilitado al suelo, totalmente cansado, mientras que el Gastly se mostraba casi intacto, lleno de energía aun...Era increíble.

La chica corrio llena de alegría hacia su victorioso compañero, abrazándolo con total cariño...Ella tenía unos muy buenos sentimientos respecto a los Pokemon, lo que causaba en mi una alegría inexplicable. -¡Gracias, Green!- Miraba a la chica con calma, notando como esta se acercaba a mi con una pequeña sonrisa. Realmente yo no había hecho nada más que explicarle unos simples "conceptos", ella y su pokemon se merecían la victoria, ellos eran los que hicieron todo el esfuerzo, yo no tuve nada que ver. -De que- Susurré bastante frio mientras cerraba los ojos con calma, soltando un leve bostezo. Ahora que recordaba, había dormido muy poco aquella noche, debido a las altas horas de la noche a la que había llegado a Ciudad Fucsia. -Sin tu ayuda no lo habría logrado- La chica estaba ensañada en agradecer, mientras yo únicamente negaba con un movimiento de cabeza, manteniendo los ojos cerrados. No existía nada que agradecer, después de todo mi abuelo me había inculcado aquella "necesidad" de enseñar a los novatos.

Abrí los ojos lentamente notando como la chica daba unas pequeñas bayas al pokemon fantasma, soltando una pequeña sonrisa de agrado. Era una buena chica. Finalmente esta me miro fijamente, yo simplemente solté un suspiro mientras le miraba con seriedad y frialdad, intentando leer su mente, ver lo que pasaba por sus pensamientos respecto a mí, ya que parecía juzgarme.  Finalmente, un silencio que parecía eterno se presentaba, yo simplemente le miraba con calma, sin hacer ningún movimiento brusco. -¿T-tu munchlax está mejor?- Mire por un momento a mi compañero, notando como este me devolvía la mirada con una gran sonrisa y un leve codazo en la pierna, intentaba decirme algo.  -Parece que está bien..Y por lo que veo Gastly está bastante alegre- Sentencie con calma mientras daba una caricia en el Pokemon fantasma, no tenía mucho que decir, la conocía de poco tiempo.

-Supongo que lo mejor sería descansar ¡Pero si no quieres no! Es un decir...Ah...- Mire confundido a la chica mientras rascaba mi nuca un instante, notando como aquella joven se tornaba un tanto rojiza, como si sintiera vergüenza de algo. Mire a mi alrededor con calma, intentando ver si no existía algún Pokemon salvaje que pudiese poner en riesgo nuestra situación, pero aparentemente estábamos solos, los Pokemon posiblemente habían escuchado la batalla y preferían permanecer alejados. -Bueno, un descanso le caerá bien a los Pokemon..- Suspire con calma mientras dejaba salir a todos mis Pokemon, Arcanine, Primeape, Rhyhorn, Gastly, Machop, y el gran Munch...Todos comenzaron a observar a su alrededor, y segundos después, se tiraban sobre el césped para disfrutar la calma. -Por cierto...Hace un momento note que le dabas bayas a tu Gastly...¿Si sabes que cada baya tiene un sabor diferente y único?...Se puede decir que cada Pokemon prefiere cierto sabor...- Mencione mientras me sentaba lentamente en el césped, intentando relajarme, y al mismo tiempo intentando buscar un tema de conversación, pero lo único de lo que podía hablar era sobre datos curiosos y cosas así.

Permanecí sentado por un instante, observando como la chica daba mimos a mi compañero Arcanine, a este parecía gustarle todo eso, y la verdad era que yo nunca me había tomado mucho tiempo para jugar con ellos, los cuidaba y les quería, pero mimarlos por tanto tiempo no era lo mío.  Solté un suspiro al ver como Arcanine sacaba la lengua gustoso de recibir las caricias, me hacía quedar bastante mal.  La chica comenzó a hablar, pero de manera corta y algo tímida...¿Ocurría algo? Tal parecía que sin Serena, ella era alguien casi muda, alguien que parecía no tener cualidades para socializar. Seguro no había tenido una infancia fácil. Cerré los ojos dejando que la brisa del Safari revolviera mis cabellos castaños, era un lugar bastante agradable en verdad, se sentía tan a gusto.

- Pues si lo sabía- Abrió lentamente los ojos mientras observaba un tanto sorprendido la respuesta de la chica, ¿Acaso decía la verdad? De ser así, era increíble, muy pocos tomaban en cuenta esos pequeños detalles, normalmente solo los profesores, criadores y científicos indagaban sobre esos temas...¿Sería una de esas niñas prodigó? No podía descartar dicha opción, todo era posible. -Mis papás me hicieron hacer un informe sobre las bayas, experimenté todo un mes con ellas, además que aprendí a usarlas en mis comidas. Sin embargo ahora no puedo regodearme mucho con que vayas darle, no tengo muchas a mano- La explicación a todas sus dudas recién creadas, al parecer los padres de la chica habían sido una importante influencia en el desarrollo de su intelecto, tal y como el Abuelo había hecho conmigo.  Solté un leve suspiro, preguntándome si ambas hermanas eran igual de intelectuales...Era realmente extraño, lindas e inteligentes, era poco común algo así.

- ¿P-puedo abrazarlo?... es que es tan suave…- Asentí con la cabeza lentamente, a Arcanine parecía agradarle, por lo que no existía ningún problema desde mi punto de vista.  Mire a mis demás compañeros, todos dormitaban con calma, disfrutando la tranquilidad del lugar. -Hmmph...Parece que les gusta la calma- Susurré lo obvio, mientras le miraba con calma. Pero sus siguientes palabras me tomaban realmente por sorpresa. -A pesar que no lo creas…Mis papás son científicos de Silph S.A … ¡Por lo que sé un montón de cosas gracias a ellos!- Le mire confundido mientras intentaba recordar cómo había salvado a todos los científicos de Silph junto a Red, probablemente incluso a los padres de Lyra pero no deseaba preocuparle, por lo que únicamente soltaba una leve sonrisa amigable. Le agradaba saber que aún existía gente culta el mundo, gente interesada en el conocimiento, después de todo, Green tenía en mente no solo ser líder de gimnasio, si no enfocarse en ser un Profesor Pokemon, pero eso sería cuando su aventura hubiese terminado.

Un ruido capto mi atención, mire atentamente hacía unos árboles que se encontraban frente a nosotros, lentamente me puse de pie y camine un poco hacía esa dirección. -Parece que alguien quiere unirse a la fiesta...- Mencione con calma mientras soltaba un suspiro, pensando cual de los Pokemon podría hacer frente al salvaje. -Luego seguimos con la charla...Ahora prepárate, que tenemos otro combate pronto- Note como los Pokemon salían de su escondite, esta vez se mostraban un poco más tranquilos, más curiosos respecto a nosotros, parecían haber vivido toda su vida en cautiverio, por lo que ver humanos tenía que ser algo extraño para ellos.

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