Saliendo a conocer el mundo [Entrenamiento]

No sabía si no los había seguido o si lo habían perdido por el camino pero el Cleffa ya no estaba cerca de ellos. Miró a Hoothoot con cara de preocupación y recordó que la enfermera Joy le había dado unas bayas para animarlos en su siguiente batalla. Hut comió un par y se vio completamente recuperado. Era impresionante la velocidad de recuperación de los pokémon, si él fuera el lastimado quizás tardaría días en sanarse aun si fuera una magulladura pequeña.
Como hut había recuperado toda su energía, sin pensárselo dos veces saltó de los brazos de su amo y se dirigió a un arbusto al azar buscando un contrincante. Su orgullo de pájaro estaba herido y como era igual de terco que su entrenador, debía recuperarlo.

Al seguir a su Hoothoot, se lo encontró mirando algo extraño. Ese no podía ser un pokémon. Sus alitas pequeñas y blancas eran tan lindas y él… tan… soso que se le hacía raro siquiera que estuviese vivo. Tomó un palito del suelo y lo picó con él, aunque no surtió efecto. Fácilmente podía ser un muñeco perdido.
-Vámonos Hut… Encontremos a algo que esté vivo en verdad - le dijo apuntando hacia el lado contrario un tanto incómodo. No sabía por qué sentía que esa cosa lo miraba.

Su pokémon marcó las 4 en punto (Hut siempre le avisaba de la hora porque nunca traía un reloj encima).
-Creo que tendremos que pasar la noche en el Centro Pokémon… Ya es muy tarde para partir a algún lado -le dijo. Era verdad, quedaba poco para el anochecer y viajar de noche no era algo que le entusiasmaba. De hecho, Hoothoot tuvo que adecuar su horario bastante por culpa de la repulsión nocturna de su dueño, menos mal era un pokémon flexible- Quédemonos en esta área hasta que se haga de noche. A ver si tenemos suerte con alguna batalla.
Su voz reflejaba pereza, comenzaba a perder el interés si lo único que hacía era acabar derrotado. Esperaba que por lo menos una vez saliera como lo tenía planeado.

Su voz atrajo un pokémon que al principio confundió con su rival jurado. A partir de ahora generaría un trauma con el color rosado porque solo al verlo pensó en huir nuevamente. Claro que al fijarse por segunda vez y detalladamente reconoció que era una especie distinta.
-¡Bien Hut! Hagamos de esta nuestra primera victoria. Ya sabes lo que dicen, ¡La tercera es la vencida! - intentó sonar animado, pero no podría tranquilizarse hasta que lo viera desmayado o adentro de una pokébola.

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-Hoothoot, usa Confusión -ordenó extendiendo su brazo con decisión para sentirse algo mejor y más confiado. Lanzó un rayo de energía que sorprendió al pequeño pokémon y lo golpeó fuertemente, lanzándolo unos centímetros más allá de donde estaba parado. Si antes parecía inofensivo ahora parecía furioso. "Son una legión de bebes tsunderes" pensó por la rapidez con la que cambiaban de ánimo.
Hut voló recordando las órdenes anteriores, sin embargo el pokémon atacó con Golpe cabeza y le golpeó en el estómago. Su vuelo se desestabilizó, sin embargo no cayó al piso.

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Iba a comenzar con un ataque de nervios. ¿Cómo era posible que sucediera esto siempre? El contrincante se veía abatido… Pero Hut se veía aún peor luego de haber intentado con Picotazo y siendo respondido con Destructor. Quizás por culpa de tenerlo como pokémon doméstico no estaba hecho para el combate.
Palpó su bolsillo trasero que tenía una pokebola. Podría intentarlo de nuevo, la enfermera había dicho que se escapaban si no estaban muy débiles y que era normal. Con su racha de suerte… Bien podía despedirse de sus 1000 pokéyenes ese mismo día.
-Hut, prepárate, ¡Lo voy a atrapar! -Hoothoot se puso en guardia, adivinando lo que pasaría luego. Victor rezó en silencio mientras la bola se dirigía en dirección de su objetivo.

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Con esto simplemente supo que era un desastre y que si quería triunfar en ese mundo debería esforzarse sobremanera. Al menos podía culparse rotundamente, ya que la bola ni si quiera impactó en el pokémon si no que fue y se estrelló contra una roca, haciéndose añicos. Hoothoot, Igglybuff y él miraron atónitos hasta donde estaban los restos de pokebola. Quizás hasta la pelota rosada se alivió de que semejante idiota fallara al capturarlo. Al menos la acción había reducido su furia y ya no se veía tan a la ofensiva.
-Eh… Prepárate Hut… No… No sabemos qué vaya hacer ahora… -dijo y lo obedeció volando, sin embargo se veía que estaba en las últimas.

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Y tan rápido como comenzó, terminó. Hoothoot estaba muy débil para esquivar los múltiple Golpe Cabeza que lanzaba el contrincante y terminó exhausto. Para colmo, el adefesio tuvo el atrevimiento de sacar su lengua y burlarse antes de salir de escena.
-Hoothoot, lo siento… - dijo finalmente mientras se acercaba y recogía al susodicho-. Larguémonos de aquí, descansemos en el Centro Pokémon y viajemos cuando llegue la mañana -aunque se había adentrado bastante en la zona podía ver las luces de la ciudad al fondo. No faltaba mucho para estar fuera de ese infierno de bebés superdotados. Esperaba que Hut lo perdonara y que todo el tema de las derrotas no afectara su relación.

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