Con el objetivo en mente [Entrenamiento]

Habían pasado un par de años desde la última vez que iniciaba una aventura...Un largo tiempo desde la última vez que había sentido aquel extraño sentimiento de emoción al saber que estas a punto de explorar el mundo...Era difícil de explicar, ya había pasado por esta situación una y otra vez, pero nunca había sentido algo como esto...Quizás todo era a causa de lo que significaba, ser un futuro líder de gimnasio era algo maravilloso, y estaba dispuesto a dar lo mejor de mí en esta tarea. Me encontraba en ciudad verde, caminando con calma por las calles de la ciudad, y junto a mí, mi gran Growlithe marchaba simpático. -Recuerda que estamos aquí como parte de un entrenamiento...Tenemos que volvernos fuertes...- Mencione con un tono de voz serio, mientras mi compañero fiel soltaba un fuerte ladrido que resonaba por las calles, este se notaba muy optimista, y confiaba en que se convertiría en el mejor Arcanine del mundo. El cielo resoplo provocando que mis castaños cabellos danzaran de un lado a otro, era un agradable día, solo esperaba que nos fuera bien con el entrenamiento. -Sabes, Growlithe...Tenía tiempo que no me sentía así...- Sonreí de lado para mi amigo, y este simplemente me dio un leve empujón en mi pierna en forma de juego. Estábamos en busca de rivales dignos para nosotros, rivales capaces  de darnos un buen combate, y esperaba con ansias poder encontrarlo.

-Pokemon salvaje-

-Huida-

-Pokemon salvaje aparece-

Un extraño ruido comenzó a escucharse de entre unos pequeños arbustos, las cosas no parecían resultar tan agradables, pero de alguna forma u otra, era lo que esperábamos. -Muy bien, Growlithe...Quizás estemos frente a nuestro primer oponente, así que atento...- Mencione con un rostro serio, mientras colocaba mis manos dentro de mis bolsillos, por su parte Growlithe comenzaba a gruñir fuertemente contra el objetivo, intentando intimidarlo de alguna manera. El pokemon salvaje salió de su escondite, tratándose de un pequeño Pidgey que parecía furioso. -Parece que alguien esta de malas...Lo mejor será tranquilizarlo...- Mencione con serenidad, manteniendo la seriedad en mi rostro en todo momento, la gente comenzó a rodearme reconociéndome de inmediato, era alguien conocido en Ciudad Verde...Ahora, con toda la gente ahí, no podía perder. Growlithe comenzó a sentirse un tanto nervioso por los susurros de la gente, y eso podría resultar mal. -Tranquilo, Growlithe...No te preocupes, se que lo harás bien...- Mi voz tranquilizo de inmediato a mi compañero, quien abandono la postura nerviosa y se paro firme y dominante, como un buen Growlithe.

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El ruido de las personas animando era incesante, no lograba concentrarme con facilidad, parecía ser que había perdido el toque de un buen entrenador tras todo ese periodo de "descanso". -Joder...- Mencione por lo bajo mientras apretaba mis puños e intentaba dejar de lado aquel ruido distractor, pero era casi imposible. Growlithe quedo perplejo al verme, estático, no podía hacer nada si yo no le ordenaba nada, y aquel momento de duda fue aprovechado de inmediato por Pidgey que se lanzaba para atacar con Picotazo golpeando de lleno a Growlithe de manera que este rodaba por el suelo debido al leve empujón provocado. -Resiste, se que algo así no te detendrá- Logre mencionar fuertemente, sobreponiendo mi voz al ruido, motivando a mi compañero, este sacudió la cabeza y se puso de pie, dispuesto a seguir peleando. -El Pidgey tiene ventaja, puede volar y atacar con suma facilidad, pero eso no le será de mucha utilidad contra nosotros- Solté una leve sonrisa arrogante, mientras las chicas de Ciudad Verde soltaban leves gritos de apoyo "Green Green Green".  Ambos Pokemon se miraron por un momento, esperando el siguiente movimiento del contrario.

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Mire un instante con detenimiento al enemigo, intentando predecir sus movimientos, predecir lo que pensaba, para poder darme una idea del movimiento que pudiese usar. -Al menos se que uno de sus movimientos es picotazo...Un movimiento físico...Así que en cuento lo utilice de nuevo, atacare...- Mencione para mi mismo, sin quitar mis manos de mis bolsillos, dejando que la suave brisa jugara con mis cabellos. Growlithe por su parte soltaba ladridos al contrario, incitándolo a atacar una y otra vez, más sin embargo, Pidgey se dedicaba únicamente a sobrevolar a nuestro alrededor, soltando leves "Pidgey" como si se burlara. -Tranquilo, Growlithe...Si el no piensa bajar...Le obligaremos...¡Usa lanzallamas!- Growlithe asintió levemente con la cabeza, para seguidamente inflar el pecho ampliamente y soltar un potente torrente de fuego que recorrió la distancia entre el contrario y mi compañero, el movimiento lograba rozar al pokemon enemigo, causándole un leve daño...-¡Por poco!- Solté un leve grito eufórico, para seguidamente ser tomados por sorpresa con un potente tornado que se dirigía hacia Growlithe. -¡Evadelo, Growlithe!- La orden estaba dada, el pokemon fuego daba un brinco para evadir el ataque, más este conseguía atraparlo y dañarle fuertemente hasta hacerlo caer...Las cosas comenzaba a complicarse.

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Aquel Pidgey estaba demostrando ser mucho para mi...Estaba aplastando al pequeño Growlithe, humillándolo completamente...-Resiste...Ese pájaro no puede vencernos...No lo hará...- Mencione con calma y frialdad, mientras miraba directamente a los ojos del pequeño Pidgey, este parecía asustarse, retrocediendo de extraña manera, los nervios comenzaban a brotar en su corazón.  La gente poco a poco comenzaba a irse,  parecía que se sentían decepcionados de mi pobre rendimiento en el combate, y los entendía a la perfección, las cosas no me estaban saliendo muy bien, y no existía a nadie que pudiese culpar más que a mi mismo. -Tsssk...¡Growlithe, usa rueda fuego!- El pokemon que poco a poco se ponía de pie, se lanzaba al ataque para intentar dañar al enemigo, y lo conseguía, el impacto golpeaba de lleno al Pidgey, pero este aguantaba lo suficiente como para contraatacar con un poderoso ataque ala, golpeando al Growlithe llevándolo al borde del debilitamiento...Tenía que hacer algo, de lo contrario mi compañero caería.

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El combate terminó tras aquel golpe, Growlithe terminó por ceder al cansancio y caí rendido en mis pies...Mientras aquel Pidgey soltaba unos leves intentos de "risa". Me incline hacía el suelo tomando una pequeña piedra, y la arroje hacía el Pokemon volador, para intentar ahuyentarlo, cosa que resultaba. Tome a Growlithe en mis brazos y comencé a caminar de manera acelerada, dirigiéndome hacía el centro Pokemon de Ciudad Verde, donde curarían a mi pequeño compañero. Gracias a Arceus el lugar se encontraba cerca de mi posición, y no me demoraba ni más de 2 minutos en llegar. Ingrese al sitio velozmente, llegando hasta el mostrador donde una enfermera me recibiría. -Oh...G-G-Green....¡Bienvenido al centro Pokemon, es un gusto verte de nuevo!- La chica se sonrojó levemente al verme, mientras yo simplemente dedique una mirada seria. -Mi pokemon ha sido debilitado, necesito que sea atendido- La chica asintió con la cabeza, y tomo a Growlithe para llevarlo a una pequeña camilla, donde sería atendido, me quede ahí parado, mirando lo que sucedía con una gran preocupación encima...Era mi compañero el que estaba ahí.

El tiempo pasó y la curación terminó de manera efectiva,  la enfermera Joy me entrego a mi compañero, y con una leve sonrisa agradecí, provocando el total sonrojo de la enfermera. Regrese a Growlithe a su pokebola y abandone el establecimiento, en busca de un nuevo rival...Growlithe estaba destinado a ser alguien grande.

El entrenamiento de Growlithe debía continuar de alguna manera, sin importar la derrota...Sabía a la perfección que debido a la poca experiencia en combate de Growlithe, existirían más derrotas como estas, pero con el tiempo y con un poco de paciencia, las habilidades de mi compañero mejorarían hasta convertirse en un tremendo combatiente, lo único que tenía que hacer era apoyarle, tenerle confianza y paciencia...Solté una leve sonrisa al recordar mis inicios, aquellas derrotas que muchas veces llegaban a molestarme, a sacarme de quicio, y al mismo tiempo recordaba todos aquellos grandes momentos que viví junto a mis viejos compañeros que ahora se encontraban en la granja de mi abuelo, tomándose unas vacaciones mientras yo iniciaba de cero...Era lo mejor, solo así recuperaría mi nivel como entrenador. Me encontraba atravesando las largas calles de Ciudad Verde, intentando pasar desapercibido para poder realizar con mayor facilidad mi entrenamiento. Un extraño ruido volvió a captar mi atención, y entonces un poco agradable Pidgey salía para intentar atacarme, ¿Que sucedía? normalmente los pokemon salvaje no atacaban sin razón, quizás simplemente no le había agradado...Pero era el momento para que Growlithe saliera.

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Tome la pokebola de mi fiel compañero y lo llame al combate, ambos pokemon se miraron desafiantes de un momento a otro, mientras yo simplemente soltaba una leve sonrisa y colocaba mis manos dentro de mis bolsillos, las cosas podían ponerse interesantes, o al menos eso esperaba. -Growlithe, no te preocupes del resultado...Es cuestión de práctica, tarde o temprano le agarraras el ritmo- Por sorpresa soltaba aquellas palabras "motivacionales" hacia mi compañero, el cual agito su cola y soltó un ladrido de alegría, como si me entendiera a la perfección. El Pidgey era veloz, superaba la velocidad de mi voz, tomándonos por sorpresa desde el comienzo. El rival conseguía golpear fuertemente con un picotazo a Growlithe, haciéndolo retroceder de una fea manera, rodando por la calle rocosa de la ciudad, cosa que solamente aumentaba el daño recibido. Apreté mis dientes, había sido mi error, el distraerme para hablar había sido un error de novato, no podía volver a cometer el mismo error.

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Levante mi mano con un poco de emoción, pero manteniendo aquel rostro serio y frio que me caracterizaba. -Usa lanzallamas, Growlithe...No tengas piedad- Sonreí por un instante mientras notaba como el pecho de Growlithe se inflaba, el fuego comenzaba a concentrarse en el. -¡ahora!- Grite en forma de orden mientras Growlithe obedecía y liberaba aquel poderoso torrente de poder, el cual Pidgey intentaba evadir, pero no lo conseguía por completo, recibía una leve quemadura en el ala derecha, el cual comenzaba poco a poco a causarle problemas...Esa era una ventaja, teníamos que sacarle provecho de una manera u otra. -Muy bien...lo has hecho excelente...Pero no te confíes...- Introduje mis manos dentro de mis bolsillos una vez más, observando detenidamente los movimientos del rival.

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El aire resoplo lentamente, moviendo los pocos árboles que se encontraban a mi alrededor, no era un buen indicio, sin duda las cosas andaban mal en la ciudad, algo estaba alterando a los Pokemon salvaje, y eso explicaría el porqué todos andaban más agresivos de lo normal...Sin duda las autoridades tendrían que encargarse de situaciones así, pero como futuro líder de gimnasio, mi deber era apoyar en lo que podía, y eso era simplemente encontrar el motivo de todo el problema, y tranquilizar a la mayor cantidad de Pokemon salvajes, todo con un solo propósito: Que no causaran más estragos. Pidgey comenzaba a resentirse de la quemadura, podía verlo en su rostro cansado, pero no se daría por vencido...Comenzó a batir sus alas en modo de amenaza, retando a Growlithe a seguir con el combate, y por supuesto, no nos negaríamos. -¡Usa rueda fuego!- Di la orden con una voz totalmente calmada, mientras Growlithe obedecía. Este conseguía golpear al rival, pero este respondía con un leve tornado que golpeaba a mi compañero y lo debilitaba. Tome la pokebola y lo llame de vuelta para descansar. -Descansa...- Me di media vuelta ignorando al ave, dispuesto a indagar más en lo que sucedía.

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