Curando Pokémons

por **Roy Daniels** Miér Mar 05, 2014 2:48 pm

Viene de aquí

A toda prisa llegué hasta el centro pokémon, donde por unos instantes me encontré algo desorientado, hasta que una voz salvadora me llevó hasta el mostrador. - ¿Que es lo que ocurre? -. Me giré y se trataba de una de las enfermeras, quien se mostraba muy preocupada por mis movimientos acelerados. - Es mi Feebas, ha caído debilitado en combate -. Me acerqué hasta el mostrador y le entregué a mi pokémon con la esperanza de que pudiera sanarlo cuanto antes. - No te preocupes, siéntate en aquellos sillones de allí y descansa un poco, nosotros nos encargaremos de todo -. Esas palabras me tranquilizaron un poco, simplemente le di las gracias y le hice caso yéndome a aquellos sillones de color rosado que se encontraban justo al lado de las ventanas que daban hacia la Torre Quemada, aunque se veía muy pequeña desde ahí.

Cada segundo se me hizo como un minuto, cada minuto como una hora, y tan solo podía pensar en que cosas habría de mejorar para poder vencer los combates y en las cosas que pude haber cambiado en aquel combate en el que mi pokémon cayó debilitado. Pero al final, tras encenderse una luz verde en la sala de enfermería, se abrieron las puertas y salió la enfermera que me había atendido junto con un Chansey y una pokeball en una bandeja. - Aquí tiene a su pokémon ya recuperado -. Me dijo mientras me extendía el brazo y me devolvía a Feebas, lo que me llenó de alegría y nuevamente de energía para poder seguir explorando territorios junto a él. - Muchas gracias de verdad, no volverá a ocurrir -. Me incliné como signo de disculpa y tras despedirme de ella salí del centro en busca de más aventuras.