Primer Contacto {Libre]

El joven N seguía en su trayectoria en la región de Hoenn, descubriendo pokémon salvajes, ya después de un largo camino, después de pernoctar en Ciudad Arborada, un destino que todo el que pase por Hoenn debería visitar, se dirigía al Oeste de la región, a seguir investigando la maravillosa isla que conformaba el lugar, recorriendo en su mayoría las zonas del norte costero. Pasó por lugares donde hacia calor a niveles altos, al parecer, se decía que habían volcanes cercanos y demases, esto no le llamó tanto la atención a N, no eran temas de mucho interés para él como para quedarse a visitar un pueblo, así que siguió su camino hasta llegar a un lago grande, una extensión de agua inmensa, algo totalmente bello como paisaje.

N llegó hasta la orilla del lago, de hecho, N y Zorua, que estaba fuera de su pokeball en el viaje, el joven pensó en tomarse un descanso, así mismo, se acostó en el pastisal de la orilla, viendo las nubes, que por suerte, ocultaban el resplandor del sol. -Mira, aquella nube parece un Seedot...- Murmuraba a Zorua mientras apuntaba al cielo, mostrando las nubes con formas completamente aleatorias, ya después de ver las nubes, el joven se fue quedando dormido hasta cerrar sus ojos, el Zorua de N, al parecer, también lo había hecho, debido al cansancio del viaje.

El joven N no tardó demasiado en caer en un profundo sueño, o mejor dicho, una pesadilla, si se podría decir así, sobre el pasado del joven, las llamas se extendían en los cuartos, montañas de escombros acumulándose con cada explosión que sucedía, y en la vista nublada del entrenador, intentando salir de la estructura intentando no respirar el humo del fuego. Así es, recordaba aquel día en el que el palacio donde habitaba en Teselia, fue destruído, y chamuscado por un Legendario Dragón blanco que habitaba en la región, usualmente llamado por las personas de mayor edad y sabiduría como Reshiram. La verdad, es que N no entendía el por qué de este incidente, o ataque, siempre había tenido la duda, así mismo, aquel mismo día fue el último en que pudo ver a su padre... aquella persona con metas egoístas para el futuro de los pokémon...

El chico de cabellera verde, no tardó mucho en escuchar pequeños olfateos cerca de él, en un principio, pensaría que era Zorua, y que sino, ya se encargaría, su lazo de confianza con su amigo era bastante extenso a decir verdad, pasar por bastante dificultades juntos les hizo ser muy amigos, o mejor dicho, como hermanos, inseparables.

Los olfateos, seguían, y ya el joven empezaba a sentir que estos eran de una temperatura alta, esto le incomodaba, hasta movía sus manos intentando disipar el calor, o su fuente. Al momento se dio cuenta de que no era su amigo Zorua, ya que sentía el pelaje de este al costado de su cuerpo. Por la duda de qué era lo que lo estaba olfateando, entreabrió sus ojos, intentando observar algo... para su sorpresa, N, se encontró con un pokémon de color naranja, por los momentos, sólo veía su hocico de frente. En un principio, cualquier persona se alertaría, a su parecer, pero N no reaccionó de mala manera, sólo levantó de manera lenta su torso, viendo mejor al pokémon, intentando que le dejara acariciar su precioso pelaje. -Jeje... Hola amiguito... ve Zorua, alguien nos ha visitado...-

El joven platicaba con el pokémon, pasando suavemente sus manos por el pelaje del pokémon sin tocarlo demasiado, quién sabe cómo reaccionaría. El joven no tardó mucho tiempo en que el pokémon desconocido no venía sólo, y al parecer, tenía una dueña, una joven chica de piel blanca, cabello marrón con una coleta sobresaliente detrás de su gorra rosa. N observó a la joven por un momento, y sonrió levemente viendo sus ojos azules. -Oh, perdona por lo de tu pokémon... Soy N ¿Y tú eres?- El chico observaba a la joven sentado en el pasto, sintiendo la brisa provenientes de las montañas aledañas al lago. Sentía cierta curiosidad por la chica dueña del pokémon, que por cierto, tenía cierto parecido a Zorua, en cuanto a anatomía, la misma forma de zorro. Se podía sentir el lazo entre pokémon y entrenador, por lo que N se interesó en la entrenadora.

El chico podía observar la mirada del pokémon inocente, y desconfiada tal vez, directo a sus ojos, le recordaba a la mirada similar de Zorua cuando se conocieron por primera vez, dos jóvenes extraños que años más tarde serían inseparables. N, al ver con la mirada sonriente de la joven pudo saber que posiblemente, ella y su pokémon, Tomoe, también comparten una fuerte unión, como amigos. Escuchando el nombre de la joven, junto a sus disculpas, el chico lo que pudo hacer sería negar levemente con su cabeza -No te preocupes, ya me despertaría en algún momento... Por cierto, White es un precioso nombre para una dama.-

El joven reía levemente mientras miraba cómo se podían entender tan bien, entrenador y amigo; N podía sentir que la la joven era de buen corazón, sólo aquella mirada que tenía con Tomoe, era suficiente para que el joven se sintiera feliz de que no todos los entrenadores utilizaban a sus pokémon para hacerlos luchar, sino que podían compartir tiempo juntos, como se tratan los humanos entre sí.

Al parecer, N; jamás había visto al pokémon de la chica, le parecía extraño, y nunca vio alguno parecido, sólo la anatomía de zorro, que puede que sea muy frecuente en algunos tipos de pokémon, la curiosidad de dónde era Tomoe, invadía un trozo pequeño de los pensamientos de N. -Así que... ¿De dónde vienes, eres de Hoenn?.- El chico preguntó en un tono curioso, mientras se dibujaba una leve sonrisa en sus labios.

El joven, después de decir el cumplido a la joven que estaba sentado junto a él, pudo notar el rubor de esta y su intento por ocultarlo, soltó una leve risa mientras intentaba seguir el rostro de la joven, pero esta persistía en mirar a su amigo, Tomoe. N no sabía si sentirse culpable por haberle hecho pasar una pequeña vergüenza a la chica de ojos azules, hasta que fue agradecido el alago.

Posteriormente, la joven White comenzó a comenzó respondiendo la pregunta de N, diciendo que es de la región de Kalos. -Hum... Kalos... Creo que he escuchado algunas que otras veces a personas mencionar esa región...- Al parecer, el conocimiento de N sobre otras regiones, era escaso; escuchaba a personas hablar y diferentes textos o citas, donde mencionaban la región de Kalos, Johto, Hoenn, entre otras. Al no encontrar mucha información de estas a su alcance, era uno de sus motivos por los cuales empezó a tener tendencia a viajar entre las regiones. Por más variedad de cosas que encontrara en Ciudad Porcelana, y lugares cercanos en Teselia, ya tendía a hacerse monótono el intentar buscar aventuras.

La chica comentó que tuvo una mala experiencia en sus viajes marítimos, a N le hacía gracia, ya que Zorua en algunos momentos llegaba a tener nauseas, pero el joven se la pasaba la mayoría del camino viendo los pokémon marinos... -Haha, a veces algunos barcos tienden a ser un poco... ¿Turbios? Creo que sería así...- El joven mencionó en un tono de duda, así; dándole la razón a la joven White.

Acto Siguiente, primera vez que le habían preguntado sobre su nombre al joven N, claro, no era de extrañarse, y las personas conocidas del chico, no le preguntaban, ya que era una forma más simple para llamarle. N sonrió levemente de medio lado mientras miraba a los ojos azules de la joven. -Se podría decir que N es un diminutivo de mi pequeño nombre, que sería Natural Harmonia Gropius.- El joven utilizó sus dedos para señalar la forma de dos comillas al decir la palabra "Diminutivo". El joven no solía usar su nombre completo ya que su padre, con el cual se podría decir que no se llevaba tan bien, porque no compartían ideales, le llamaba Harmonia. También podría ser que a la gente se le podría hacer muy largo llamarle por el nombre completo.

Al escuchar las disculpas de la joven, N negó rápidamente con su cabeza. -No te disculpes, no te culpo, es extraño que alguien se llame a sí mismo N, así que no me molesta que alguien me pregunte cosas así.- El joven entre leves risas, transmitía su simpatía hacia la joven.

La joven White, dio su opinión acerca de qué le parecía el nombre verdadero de N, al parecer; intentaba decirlo todo con delicadeza, y no... pues no preguntaba libremente, ya que a N no le molestan las preguntas, se podría decir que sólo disfrutaba el momento de conversación con la chica. La brisa comenzaba a hacerse un poco más fuerte, el olor a maderos invadía el lugar, pétalos de rosas se podían ver que las atraía la brisa y caían en el lago en el que estaban en frente, sería dudoso de dónde venían, pero debía haber alguna granja cercana.

El chico escuchó la duda de la joven mientras observaba a Zorua, y Tomoe, los cuales se estaban... ¿Conociendo tal vez? Parecía que los dos estaban dudosos... -Vengo de Teselia realmente, aunque últimamente he estado viajando...- El joven dirigió su mirada a la chica por un momento, con un rostro pensativo, N no sabía que hablar sobre él, o de alguien más, podría ser interesante.

Los dos pokémon, estaban sigilosamente viéndose, Zorua empezaba a ganar un poco más de confianza, sin embargo, Tomoe al parecer no, aún se mantenía inseguro, al parecer de si Zorua sería hostil, o no. El zorro siniestro, aprovechando cierta habilidad que tenía, igualó su cuerpo al de Tomoe, usando Ilusión, que le permite transformarse en cualquier pokémon que vea, o persona. Zorua revoloteaba por el lugar divirtiéndose en forma de Tomoe, intentando escupir fuego de su hocico.

El joven N observaba detenidamente como Zorua imitaba a Tomoe, en su forma anatómica, el pokémon siniestro revoloteaba y saltaba por el lugar mientras intentaba escupir fuego por su boca cual dragón, lástima que no llegaba hasta ese punto, pero igualmente, se divertía parodiando al pequeño Tomoe. El zorro de fuego quedo impresionado, tanto, que tardó momentos en que no se estaba mirando en un espejo o por el estilo, Aquella expresión era graciosa, no todos los vías ves tu misma imagen... corriendo sin que tú lo hayas hecho... -Supongo... Por los momentos, me ha gustado mucho Hoenn...- El joven sonreía observando a los pokémon hacer jugarretas entre sí.

N volteó lentamente su rostro hacia el de la joven White, mismo momento en que se estaba acomodando el cabello, el chico de cabello limón tenía una capacidad de apreciar las cosas más minúsculas. El cabello de la joven ondeado por el aire, que cubría el cutis perfecto de la joven, libre de imperfecciones, contrastando con la armonía que existía en el ambiente. En los ojos verdes del joven se podía notar la impresión por un momento, pero luego al reaccionar a cómo estaba, las mejillas de N se ruborizaron levemente, y este volteó su rostro bruscamente, observando hacia Zorua y Tomoe para que no se notara el color carmesí de sus mejillas.

Momentos después,, de que el rubor del rostro del joven desapareciera, su mirada siguió a los dos pokémon de apariencia similar, ya no podría saber cuál sería Zorua, y cual Tomoe, leves risas fueron liberadas de la boca del joven mientras intentaba diferenciar a los dos pokémon de acuerdo a  sus cualidades. White comentó algo que hizo sonreír a N, el hecho de que se pudiera entender con Tomoe tan fácilmente, era una esperanza para el joven, de que hay buenas personas, o por lo menos que consideren a los pokémon como iguales a los humanos... -Son amigos desde hace tiempo ¿No?.- El chico observó a Tomoe por un momento, para después mirar a la joven con un rostro sonriente.