; Shine bright like a DIAMOND {Captura}

La mañana irradiaba un fuerte y sofocante sol de verano sobre la conocida Ciudad Petalia, lugar donde había llegado para descansar unos días, había tomado un barco que salía desde ciudad Carmín el cual tenía todas las comodidades existentes lo cual fue de todo mi agrado, y posteriormente me dejo en la playa Hoenn, otra región totalmente distinta a Kanto la cual tenía pokemon que jamás había conocido ni mucho menos, sabía que existían. Me estaba alojando en un Hotel en la conocida Petalia por unos días antes que el Barco volviera a buscarme para regresar.

Me dirigía a las afueras de la ciudad esa mañana, con el fin de comprar algunas cosas útiles en la conocida ciudad Ferrica, así tener recuerdos para llevar a Kanto o jugetes nuevos para Domi, mi pokemon acompañante, la cual era bastante juguetona y la mimaba bastante. Estaba caminando tranquilamente sin darle importancia a lo que pasaba en mi alrededor cuando un ruido extraño me pareció escuchar, miré a los arbustos que se encontraban al lado del camino y me percaté que se estaban moviendo, ─ Holis, ¿hay alguien? ─ dije en voz alta con un tono un medio curioso, mientras seguía moviéndose el arbusto y haciendo ruido mientras botaba hojas, Solo esperaba que no se tratara de algo raro o feo como un pokemon insecto.

Frente a mi apareció un pokemon Café, el cual parecía una nuez, este no se veía agresivo ni mucho menos, sin embargo no perdería la oportunidad de hacer que Domi enfrentara en combate a un pokemon salvaje, tomé de mi cartera la pokebola de Domi, y con la mano derecha la arroje gritando ─ Domi sal y demuestra tu habilidad! ─ En eso de la Pokebola salío mi Domi, una Eevee la cual resplandecía con la luz del sol ya que había recibido muchos tratamientos de belleza para que su pelaje sea el mas nutrido y brillante.

Dominga rápidamente se puso en posición de combate frente al pokemon enemigo, el cual al parecer había captado la intención de luchar, Domi dio un aullido en señal de que estaba lista para la acción. ─ Domi usa Ataque Rápido! ─ Dije en tono de mandato, en eso Domi tomó impulso y se lanzo en contra del pokemon enemigo el cual estaba listo para contra atacarnos.

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El ataque rápido de Dominga había dado en el blanco, pero no fue como esperaba ya que el pokemon nuez había contra atacado con un takleo justo y directo en Dominga, lo cual provoco un impacto del cual ni uno salio bastante lastimado.

Ya era hora de cambiar un poco el estilo del combate, me di cuenta que el enemigo imitaba y tenía que hacer algo que el otro pokemmon no pudiera igualar ni mucho menos mejorar, y por la biología de ambos pokemon me di cuenta de algo importante, exclamé a Dominga ─ Usa Mordisco! ─ Obviamente el enemigo no podría usar Mordisco para contra atacar, ni un movimiento parecido ya que no tenía boca visible. Rápidamente Dominga se arrojó hacia el enemigo dando un gran salto con la intención de utilizar su movimiento siniestro ante este pokemon Nuez.

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La pelea se estaba poniendo un poco mas interesante, Dominga logró morder al pokemon pero no le causo mucho daño ya que se sabía defender del ataque con su ''cascara'' que lo cubría lo cual fue poco efectivo, era hora de volver a usar la fuerza física ante el enemigo, pero esta vez sería distinto.

Dominga ya estaba lista para continuar la batalla y no se veía para nada cansada, sabía que podíamos continuar luchando ─ Usa Ataque rápido una vez mas! ─ Con la intención de que esta vez el ataque rápido fuera un poco mas fuerte que el primero para así derrotarlo de una vez.

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El enemigo ya estaba a punto de perder, se notaba que estaba afectado con el ataque anterior de Dominga, Daríamos el golpe final para terminarlo ahora, al parecer la idea de tener combates había sido bastante buena para entrenar las habilidades de Dominga, y pretendía quedarme luchando en el mismo lugar.

Era hora de terminar ─ Terminalo con Ataque rápido! ─ En eso Dominga dió un aullido y se lanzo a terminar con el enemigo el cual también se colocaba en posición de ataque un tanto defensiva.

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Posterior a la victoria ante el pokemon salvaje que había aparecido anteriormente, se cruza frente a mi un pokemon salvaje igual al anterior, un poco enojado el cual se veía amenazante. No quería seguir luchando contra este ya que se veía molesto, quizá lo estaba por haber atacado a su amigo ─ Domi, vamonos! ─ Le dije a mi pokemon en voz baja mientras comenzaba a retroceder lentamente, sin descartar la posibilidad de que todo se convirtiera en una lucha nuevamente.

En ese momento apareció un pokemon mas, el cual se lanzó a defendernos del pokemon salvaje, este era un Sorua, de tipo siniestro el cual su habilidad contra el enemigo. El ataque no resulto tan determinante, así que debíamos ayudarlo ─ Domi, usa mordisco! ─ Dije mientras que Domi estaba frente a los pokemon, para que prosiguiera con el ataque.

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La pelea se había tornado dos contra uno, el mordisco de dominga había salido muy eficiente, y el otro pokemon Zorua le había atacado a Seedot lo cual ya lo dejaba en sus límites. A pesar de que Seedot se defendía seguíamos ganando por las razones obvias de 2 contra 1.

De los matorrales apareció un tipo de pelo verde, el cual parecía ser el entrenador de Zorua, el cual le daba ordenes a su pokemon, lo miré fijamente y le dije con un tono bastante curioso ─ Quien eres tu? ─ mientras miraba la lucha de los pokemon contra el salvaje, El enemigo estaba por atacar nuevamente ─ Domi usa velocidad! ─ le ordené con un tono mas euforico, ya que la pelea había llegado demasiado lejos y era momento de terminarla, y conocer quien era el tipo extraño que había salido recién de los arboles.

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La acción había terminado, nuestros pokemon habían derrotado al salvaje y agresivo enemigo, abrí mi bolso y tomé una galleta de las que le gustaban a Eevee, me arrodillé en el piso y le entregué a Eevee su alimento, el cual se puso muy contento al recibirlo ─ Zorua, toma una tambié ─ dije mientras le dejaba una a el pokemon del extraño también. Posteriormente me puse de pié y de mi bolso saqué un dulce de color rojo, el cual tenía un fino palito blanco enterrado, le quité el papel y me lo puse en la boca, ya que tenía una extraña obsesión por estos dulces.

Miré fijamente al tipo que había llegado y le dije ─ Me llamo Rosetta Barovinnce, soy de la región Kanto, y tu ¿Quien eres? ─  con el dulce en la boca, mientras los pokemon comían de las galletas que les había dado. Mientras esperaba la respuesta del tipo, empecé a oír un ruido extraño una vez mas en los matorrales y rápidamente salieron muchos pokemon de ellos de una agresiva manera los cuales se disponían a atacarnos, quizá lo hacían para defender a sus amigos. Mi Eevee estaba un poco cansado y con la ayuda de el Zorua del tipo no podríamos salir victoriosos de este encuentro, lo peor es que no tenía mas pokemon los cuales me sirvieran para luchar contra los enemigos.