Victor's ID

Vivía con su familia en un gran apartamento acomodado en Ciudad Trigal. Eran bastantes hermanos dos mayores y su hermano gemelo ( por lo que la casa siempre fue bastante ruidosa y destartalada. Su padre fue diagnosticado como trabajólico y nunca estuvo en tratamiento, así que trabajaba 29 horas diarias. Su madre, agobiada ante tanta masculinidad (siempre soñó con tener una hija), se despreocupaba constantemente y le dejaba el trabajo a las criadas. A pesar de todo, su infancia no fue para nada solitaria, sus hermanos mayores constantemente les hacían jugarretas y bromas pesadas. Demian y Victor quedaron traumatizados, no podían caminar por la casa sin tener miedo de los adornos, que podían explotar de repente o de la comida que podía contener 5 variedades de ají diferentes. Por lo mismo, siempre estaban sucios con mugre de paradero desconocido y el asco que sentía era tal que debía estar lavándose cada vez que algo así ocurría.
A medida que fue creciendo las bromas pararon, porque sus hermanos ya estaban algo mayores y él tenía la habilidad para defenderse (claro que seguía vengándose por los traumas pasados una que otra vez). Sentía que le faltaba algo pero en el fondo se alegraba de ser tratado como una persona normal. El gusto le duró hasta que entró a la adolescencia.
Si bien se llevaba bien con su hermano gemelo, el ambiente que se había creado en casa no era el mejor para fomentar una buena relación. Siempre se recomienda no fomentar la competitividad en estos casos... Pero ya saben, hay gente tonta que lo escucha por un oído y le sale por el otro. En la escuela, en los hobbies, en todo lo que compartían Demian era considerablemente mejor. Por su parte siempre le decía: “No te preocupes, seguramente aprendes algo más lento, yo te ayudaré” pero a su alrededor lo único que podía escuchar eran los halagos a sus hazañas y la impresionante brecha que los separaba. Comenzó a volverse fojo (“Para qué intentarlo si Demian lo hacía mejor”), casi ni salía de casa más que para los estudios (“Para qué si mis amigos piensan que Demian es mucho más agradable”), su vida consistía en levantarse, comer sus comidas, ir a la escuela, jugar videojuegos y volver a dormir. A nadie le parecía extraño más que para su hermano, que siempre lo tenía en cuenta y al intentar razonar con él o intentar animarlo terminaban peleándose. A pesar de que Victor le echaba toda la culpa, la verdad es que el encargado de malograr su relación fue él mismo y al ser un crío testarudo, no lo reconocía y terminó por cansar las ganas del otro por arreglar las diferencias.
Todo siguió igual y sigue hasta la actualidad. Al llegar a los 18 años, Demian decidió que se convertiría en entrenador, algo que a Vic siempre le llamó la atención. Con esto último terminó por cortar cualquier vínculo con él. Antes de que emprendiera su viaje pelearon fuertemente y se marchó enojado. Nunca se despidió de su hermano y no es que le remuerda la consciencia. Dio un largo paseo por la ciudad hasta que se le hizo jodidamente tarde. Todo ese tiempo se sentía observado y que lo seguían. Se daba vuelta cada 5 minutos pero no parecía ver a nadie, hasta que miró hacia arriba y vio un Hoothoot que lo miraba con interés. Volaba un poco y luego se posaba en algún poste de luz cercano y no entendía por qué había capturado la atención del pokémon. No quería saber nada del asunto, en especial porque había perdido las ganas de convertirse en entrenador.
A la mañana siguiente, el pajarraco seguía afuera de su casa. Y así por dos semanas completas. Al principio sólo lo observaba, pero a medida que se mostraba inofensivo intentaba hablarle o cosas por el estilo. Comenzó a dejar su ventana abierta a todas horas por si el bicho quería entrar y se sorprendía de que así fuera. Su sorpresa aumentó cuando veía que su ropa interior aparecía extrañamente distribuida por la ciudad. De todos los pokémon existentes, tenía que seguirlo uno bromista.
Cumplió los 19 y era tanto lo que había compartido con Hut que decidió comprar una Pokebola y ofrecerle ser un equipo. Esperaba que no aceptara (no tenía mucha confianza por ese entonces), pero HootHoot se dejó capturar encantado. Victor comenzó a preocuparse de la vida que podía ofrecerle... porque no había nada emocionante y ahora que tenía un nuevo amigo no quería perderlo por ser aburrido. Tras pensarla mucho y considerar convertirse en entrenador varias veces (más de las que él reconocería), vio un anuncio en la TV de los coordinadores. Ese mismo día comenzó su viaje sin decirle a nadie, dejando una nota pegada al refrigerador que solo decía: “Me voy, algún día sabrán de mí”.

· Sus otros hermanos tienen actualmente 25 y 23 años respectivamente y estudian cosas ordinarias, lejos del mundo de los pokémon.
· No sabe nada de Demian, lo que por un lado le pone nervioso y por otro le alegra porque cree que estará fracasando.
· Nunca se orienta por ningún lado, por lo general Hut es el que tiene que guiarlo por ahí.
· Siempre debe llevar consigo jabón líquido o gel para lavarse las manos. Si cree que están sucias comienza a ponerse nervioso.