Los Fantasmas de la Torre Quemada (Priv Aysha/Entrenamiento/Captura)

Resté importancia al hecho de esperar con un gesto de mi mano, indicando que lo primero eran los combates. Cuando la joven volvió a guardar al Ponyta, la sala quedó a oscuras de nuevo, y eché de menos a mi hermana y su Cyndaquil..
Oh, Izz. Seguro que estaba que se tiraba de los pelos tras todas las veces que le había dejado sola.
- Tranquila, está...- Bueno, era un buen momento para comenzar a explicarle a alguien con pánico a los pokémon fantasma que había capturado uno. Si se ponía histérica aprendería lo que no hacer con Izz.- Lo he capturado, pero no te preocupes, no voy a sacarlo si te asusta.
Intenté sonar tranquila y conciliadora, Izz era un poco histérica y me temía lo mismo con la joven. La verdad es que en su momento me había parecido algo obvio. Muchas veces se capturaba el pokémon contra el que uno luchaba y yo siempre había querido acabar capturándolos a todos. Aunque me daba pena no verlos siempre... Tal vez mi idea acabar como profesora pokémon comenzó en días como aquel en los que sentía interés por todos los pokémon.
Pero me voy por las ramas.
-No pasa nada Kaguya. Si quieres podemos salir, la ventana está cerca... ¿De verdad entraste por la puerta?- Pregunté, frunciendo el ceño. No recordaba haber visto esa puerta abierta nunca, y los niños siempre entrábamos por las ventanas de bisagras oxidadas en los dos primeros niveles del edificio.-Eevee está bien. Es un pokémon tipo normal, los ataques fantasma no le afectan.- Sonreí, había sido toda una suerte que apareciera sólo un pokémon fantasma, tal vez kaguya no habría soportado el hecho de enfrentarse ella a uno.- Vamos si quieres a la ventana, llamaré ahora a Eevee y podemos irnos de este lugar

Seré sincera: me daba muy mala espina el que Kaguya hubiera encontrado la puerta abierta. Sabía a ciencia cierta que esa puerta estaba cerrada y, a no ser que quisieran tendernos una trampa...
Deseché esa idea de inmediatio, estaba claro que no sería así. No creía que hubiera un motivo por el que alguien quisiera tenderle una trampa a Kaguya, y desde luego dudaba que la torre estuviera viva y dispuesta a hacer travesuras.
Silbé, esperando a que Eevee volviera a aparecer. Ni siquiera sabía dónde se había perdido, ni cómo se le ocurría recorrer ella sola la torre.
Esperamos un rato, pero no paso nada. Fruncí el ceño.
- ¿Eevee?- Llamé, comenzando a sentir una ligera presión subirme del estómago a la garganta. Me rasqué, intranquila, intentando dejar los malos pensamientos aparte, y traté de localizarla. ¿A dónde podía haber ido? Es evidente que no se veían marcas de pisadas en el suelo porque ni siquiera llegaba a ver el suelo, así que se me complicaba un poco la idea de volver.- Vamos Eevee, esto es una broma de mal gusto, por favor aparece...- Susurré, girándome para mirar a Kaguya. Tal vez ella había localizado antes a Eevee o algo...

Respiré hondo, nerviosa, mientras buscaba a Eevee. Acabé determinando que no estaba en esa sala y correteé, siguiendo mi instinto. Era una mala idea seguir mi instinto, sobre todo cuando se trataba de orientarse...
Pero, ¿qué otra coa podía seguir cuando había dejado sola a Eevee, y ahora estaba perdida?
-Está bien, gracias...- Susurré, viendo al Vulpix olfatear alrededor.- No puedo creerme que haya sido tan idiota como para desaparecer aquí. Desde siempre le dije que la torre quemada era peligrosa...
Era algo que siempre le había comentado. Me puse nerviosa y tiré de mis cabellos para liberar algo de tensión, quedando visiblemente despeinada.
-¡Eevee!- Llamé, poniendo ambas manos en mi boca para hacer un altavoz.
Me quedé callada, escuchando.
Y de golpe, ahí estaba. Una llamada a lo lejos, como en el piso superior.Ni siquiera me dio tiempo a avisar a Kaguya. Solo corrí, sin saber a qué podía enfrentarme ahí arriba.

El corazón me latía a mil por hora y no pensaba con claridad, subí jadeando las escaleras y al llegar arriba todavía sentía presión en las orejas cuando vi a Eevee sentada tan tranquila en el suelo.
Bueno, digámoslo bien. Yo creía que estaba tan tranquila.
No sabía lo equivocada que estaba.
Es raro decirlo, pero ahí, en la sala, no solo estaba Eevee, cuando quise darme cuenta el Smeargle que había estaba acercándose dispuesto a pintarme la cara. Creo que había atraído a Eevee para tendernos una emboscada, no entendía por qué.
- ¡Eevee!- Esquivé al pokémon con una habilidad que ni yo sabía que conocía y me acerqué a Eevee. Ella sacudió la cabeza y me miró desconcertada. Algo me dijo que no había sido ella en motu propio la que había decidido venir, pero no tenía pruebas más que mi instinto. Me arrodillé frente a Eevee y abracé al pokémon con excesiva fuerza, notando cómo se removía en mi pecho, decidí apartarme.-No vuelvas a asustarme así. A partir de ahora te quedas a mi lado. Y no te pongo una correa de milagro.
Eevee me lamió la cara y giré para mirar al Smeargle, tal vez debía haberme acordado antes, ahora estaba acorralando a Kaguya. Miré a Eevee, dispuesta a ayudar, cuando vi a un Ghastly acercarse a nosotras.
Temblé. No es que les tuviera miedo, pero sí infundía un poco de respeto. Además, le brillaban los ojos demasiado y miraba a Eevee con curiosidad.
Entonces caí.
- Te había hipnotizado, ¿es eso?- Eevee bajó las orejas y se encogió, apreté los labios ahora que sabía la verdad. Inspiré hondo y miré de nuevo al Ghastly.-Está bien, véngate entonces- Reí, mirando al Ghastly. Parecía muy confiado pensando que podría hipnotizar de nuevo a Eevee, pero no contaba con que yo podía sacarla de su estupor.-Utiliza mordisco, Eevee
Ella asintió, mostrando los dientes amenazante.

PV 50 VS PV 50

vs
50 Pv - 50 Pv

Eevee saltó para alcanzar al Gastly, quien se elevó intentando esquivar el mordisco, sin conseguirlo del todo, se quedó intentando sacudirse a Eevee haciendo todo tipo de oscilaciones, hasta que logró que se desprendiera y volviera a caer entre los escombros de lo que parecía un escritorio.
Levantó un poco de polvo y me tapé instintivamente las vías respiratorias, sin saber lo que podría estar inhalando.
Al cabo de un rato de que la nube pasajera de humo se asentar,ya pude ver a Gastly encaramarse sobre Eevee, dispuesto a un nuevo ataque, y también observé a Eevee responder, sin dar yo ningún tipo de orden, con otro mordisco.

PV 50Inmunidad pokémon normal VS PV 40 +5 ataque siniestro

vs
40 Pv - 40 Pv

vs
40 Pv - 30 Pv

La pokéball dio de lleno sobre el Gastly, quien se adentró en ella y, sin decir nada más, se depositó dentro. Eevee se acercó a la bola, tal como la última vez, y olfateó con curiosidad. Soneí, sintiendo que de golpe mis pulsaciones se ralentizaban de manera drástica y, cuando la pokéball se detuvo, fue como si de golpe dejara de escuchar, ignorando lo que estaba ocurriendo a mis espaldas, con el combate fuego de Kaguya.
Y, de golpe, escuché un chasquido.
casi me había olvidado, el huevo que habíamos recibido mi hermana y yo de un extraño casi nada más empezar nuestro camino. Yo creí que no iba a crecer nunca, que se trataba de una mentira, pero ahí estaba.
Corrí a abrir la mochila para ver cómo la cáscara comenzaba a resquebrajarse poco a poco, y Eevee se acercó, ondeando la cola con curiosidad. Era sorprendente que creciera allí, en la torre quemada, en esa zona que parecía representar la muerte de ciudad Iris...
Y, sin embargo, ahí estaba, una nueva vida.
Un pichu apareció, asomando su cabeza con unas cáscaras que seguían pegadas a su frente. Se me humedecieron los ojos al verlo, y esbocé una sonrisa mayor.
-Hola pequeñín... bienvenido al mundo...- El pichu sonrió, emitiendo un pequeño gruñido, y miró alrededor con algo de miedo.-Oh tranquilo, pronto saldremos de aquí, y verás el sol y el cielo, y será precioso- Sonreí, limpiándolo con una de mis toallas de ducha.

vs
20 Pv - 25 Pv

vs
60 Pv - 25 Pv